Pero no, lo cierto es que si estoy deprimida es culpa mía, y solo mía...
Debería estar feliz, pensar que es tiempo de fallas, de fiesta, de gente... estar contenta con mis notas de clase, que son bastante altas este año; de tener tanta libertad y de haber conocido tanta gente; de tener tantos proyectos y poder mantenerme ocupada...
Mantenerme ocupada antes me ayudaba a no pensar en comida, en mi peso, en mi aspecto... ¿Por qué ya no funciona? ¿Por qué, a pesar de haber perdido seis quilos en estos dos meses (que no me parece ni mucho ni poco) me siento mas gorda que nunca?
Ya ni siquiera intento quererme. Ya no trato de esconderme tras capas y capas me maquillaje, ni me esfuerzo por pintar mis uñas o elegir bien la ropa. Las camisetas anchas y el flequillo largo para tapar mi cara se han convertido en mis mejores (y únicos) aliados...
Traté de salir, de comer sano, de empezar de cero y darme una nueva oportunidad. Pero no puedo, intentar salir de esto, tratar de dejar a Ana a un lado, me hizo engordar todo lo que había perdido. ¡Todo lo que tanto esfuerzo me costo!
Y ahora, poco a poco intento alejarme de nuevo de la comida. No quiero decir que quiera volver a traer a Ana a mi vida, porque quiero hacer las cosas bien, pero tampoco quiero seguir así.
Hacer las cosas bien... suena a chiste, ¿verdad? ¿Cómo se hacen bien las cosas? No bebas...es malo. No fumes... es malo. No ayunes... es malo. No vomites...es malo.
Pues ahora mismo me muero por volver a ser "mala" y a pasar hambre. Me muero por pegarme un atracón de tres pares de narices y vomitarlo luego. Me muero por fumarme una cajetilla entera de tabaco mientras veo esas fantásticas fotos de thinspiration. Me muero por ser, aunque sea, tan solo un reflejo de lo que un día fui.
Me muero por dejar de ser una mentira.