Y los sueños, sueños son...

Ayer fue un dia interesante, no solo por la fiesta que nos pegamos Loquia y yo, sino por el trayecto en tren hasta sagunto. Nos sentamos juntas frente a una señora (y es que una señora con un gorro tan divertido como aquel seguro que guarda mil historias que contar, verdad, Loquia?) con la que no tardamos en entablar conversacion. En cuanto a ella, habia tenido una infancia dificil, con un padre borracho, y matrimonio roto, y dos hijas de unos 25 años que no encontraban el amor... y es ese, el amor, el tema de conversacion principal en nuestra charla.

Las palabras de aquella mujer me hicieron pensar.... ¿y si Iván solo ha sido un sueño para mi? ¿Una imagen de chico perfecto que yo misma he creado en mi mente en momentos de necesidad? Y es que, pensandolo bien, y en referencia a una pregunta que ella me formulo, en una escala de porcentajes, ¿cuantas cosas me gustan de el? Hoy por hoy, no aprueba... no hay nada en el que pueda interesarme.

¿Que diferencia hay entre los sueños y la realidad? ¿que nos queda de un sueño cuando despertamos? Nada, absolutamente nada... y, del pasado, ¿que nos queda? Al igual que en los sueños, nada... asi pues, ¿por que darle tanta importancia al pasado? Si yo hubiese querido hubiese podido luchar por el...pero no lo hice. Algo en mi interior me hizo abandonar... y ahora mismo creo que fue la decision correcta. Ivan fue un sueño, nada mas. Y ahora toca darle la importancia que se merece, es decir, ninguna. El Ivan que yo misma, de manera consciente, invente, no se parece en nada al verdadero, al real. Y el que realmente existe es una persona cobarde, mentirosa y rastrera que no puede ofrecerme nada de lo que busco en una persona.

Adios, Ivan.


Perdonadme mis queridas princesitas por la entrada de hoy, pero necesitaba escribirlo y ¿que mejor lugar que mi blog para hacerlo?

Os quiero mucho, y os deseo lo mejor... ♥